Galicia, tierra especial donde las haya por su particular situación geográfica, nos ofrece una gran variedad de recetas culinarias, perfectamente adaptadas a los tiempos modernos. Si bien, la mayor parte de ellas, han sido mantenidas generación tras generación, transmitiéndose de madres a hijos, esta cocina también ha sabido incorporarse a los tiempos actuales con calidad y sin defraudar a su tradición.
Existen multitud de platos y recetas de origen gallego; sin embargo, hoy hemos puesto las miras en sus innumerables preparaciones culinarias que homenajean al mar.
Miles de gallegos viven de la pesca siendo esta actividad un verdadero símbolo de Galicia y de su gente. No olvidemos que gran parte de su territorio, casi 1.500 km, se encuentra bañado por el océano y que su historia culinaria está indiscutiblemente marcada por los productos del mar.
La cocina gallega nos acerca, con sus olores y sabores, a los pescados y mariscos recogidos en alta mar o en sus rías. Es famoso el marisco de las rías que, debido al especial ecosistema en que se cría, tiene más sabor y más calidad con respecto al marisco de otras geografías.
Los mariscos contienen vitaminas, minerales y proteínas con baja presencia de lípidos lo que conlleva que aporten pocas calorías. Esto les convierte en un alimento muy recomendable además de que también son ricos en hierro, sodio, zinc, potasio, yodo, fósforo y calcio, contribuyendo de este modo a proteger nuestros huesos.
De la cocina más tradicional podemos rescatar la famosa “caldeirada”, que consiste en cocer el pescado y las patatas y echar por encima, bien caliente, una “ollada” (mezcla de ajo, aceite y pimentón).
Cualquier pescado hecho de esta manera se llama “a la gallega”. Otro plato típico son las “almejas a la marinera”, muy popular sobre todo en las Rías Baixas y realizado con almejas de la variedad fina o babosa y vino Albariño.
Pocos alimentos hay tan propios de esta tierra como la empanada: las hay de xoubas (sardinas de pequeño tamaño), con berberechos, pulpo o zamburiñas.
Si nos gustan los guisos, podemos probar el “rodaballo guisado”, que se cuece en cazuela con aceite de oliva, patatas, guisantes, cebolla, ajo, pimiento y azafrán.
Y no podemos marcharnos de Galicia sin probar su famoso “pulpo a feira”, pescado en la isla de Ons y preparado con sal gruesa, pimentón picante y aceite de oliva. ¡Una auténtica delicia!
Trabajadores incansables, los gallegos han contribuido a que todos podamos disponer en nuestra mesa de los mejores productos y que su región sea conocida en el mundo entero por su calidad y saber hacer, en la dura y ardua tarea de pescar. Todo ello hace de este paraje, un lugar ideal para degustar cualquier plato que se precie, compuesto esencialmente por pescado del bueno.